No estamos solos. Seres y señales

Seres que nos acompañan en todo momento

No estás solo en el camino, nunca lo has estado. Siempre has estado acompañado, aunque tus ojos no puedan verlo y tus oídos no puedan oírlo. De una forma sutil, siempre has sido apoyado. Nunca has estado solo.

A nuestro lado existen seres que nos acompañan y apoyan en todo momento. Aunque no lo creas, si prestas atención podrás intuir ligeramente la presencia de algo diferente y sutil.

Las señales de la presencia

Solo se trata de cambiar tu propia creencia de no querer creer, para dar paso a la fe. ¿Cuántas veces has encontrado plumas cuando estabas pensando en algo que te preocupaba? ¿Cuántas veces has escuchado una conversación donde justo aparece una frase relacionada con una situación que estás viviendo?

¿Cuántas veces has visto un vehículo con una palabra o frase que responde directamente a un pensamiento o duda tuya? ¿Cuántas veces has percibido de repente una fragancia o un olor que te recuerda a alguien que ya no está en este plano, como un familiar o un amigo?

La fe y la percepción

¿Cuántas veces has encontrado algo que no pertenece al lugar donde habitas? Por ejemplo, estás en el bosque y, de repente, encuentras una concha marina que no existe en tu zona o país y que, para ti, tiene un significado directo sobre algo que deseas o anhelas. O quizás ves un coche con una placa en la que está escrito ‘Fe’, lo que puede representar un mensaje implícito de que debes mantener la fe.

Si comienzas a mirar con tus ojos verdaderos, podrás sentir en tu interior que se te están mostrando señales y respuestas a tus propias preguntas.

Abre tu percepción

Es difícil creer y procesar esta información, trasladándola a tu realidad. Pero depende de ti, de nadie más. Está en tus manos salir de tu estado de no querer ver y pasar a un estado de visión que te abrirá las puertas a lo que realmente eres.

Sí, todo está relacionado. Si no miras, no verás. Si no escuchas, no oirás. Solo se trata de cambiar tu perspectiva hacia este otro mundo. Estás rodeado y sostenido día a día, aunque te sea difícil de creer. Solo mira lo que quieras mirar. Nada más.

Dirige tu mirada hacia otras realidades, dejando atrás lo que no te aporta felicidad ni conexión plena contigo mismo.

Scroll al inicio