Crisis existencial: Qué es, origen y causas

Introducción:

La crisis existencial, también llamado vacío existencial, es una sensación profunda de desconexión y falta de propósito que afecta a muchas personas en la sociedad moderna. Atrapados en un sistema que impulsa el hacer por hacer y busca satisfacer expectativas artificiales, muchos llegan a un punto en el que nada parece tener sentido. En esta serie de artículos, exploraremos el origen de esta experiencia existencial y su impacto en la vida cotidiana, ofreciendo una reflexión profunda sobre su origen y causas.

El origen de la crisis existencial

En lo aparente reside la nada, lo no existente. En el vacío puedes encontrar todo aquello que no tiene sentido. Es por esto mismo que la gran mayoría de las personas no sabe qué hacer con su vida, porque sienten en ellas mismas un vacío existencial: el hecho de no sentirse plenos, de que lo que están haciendo no les llena.

Esa parte de ti mismo que te habla entre susurros, diciéndote que eso que estás haciendo no tiene sentido, pero que tú, movido por las supuestas necesidades y obligaciones de esta vida totalmente artificial, te ves arrastrado a su cumplimiento.

El vacío representado como el abismo

No es tanto el vacío en sí mismo lo que te empuja, sino el hecho de darte cuenta, en un momento determinado, de que eso ya carece de sentido. En ese punto, representado como si estuvieras en una posición al borde del precipicio, es cuando más se hace patente que algo, una acción, un movimiento, es necesario para dar un paso hacia otra cosa que sustituya y llene ese vacío percibido.

La voz interior: Un susurro de autenticidad

Esa voz, ese susurro que escuchas en tu interior, no es más que tu verdadera voz interna, la del alma, que te dice que eso que estás “haciendo” carece de sentido alguno. Has sido movido por los hilos estructurales que marca una sociedad vacía en sí misma, regida solo por lo aparente y falso.

Ese vacío se traduce en que el “hacer” no llena el espíritu; más bien, es ir en dirección contraria a tu propia esencia. En palabras sencillas, es simplemente hacer por hacer, algo que realmente no está alineado con lo que verdaderamente eres.

Ilusión por encima de lo verdadero

Este vacío es causado por la ausencia misma de veracidad en la acción de seguir unos pasos marcados solo por falsedades, por lo que la sociedad y su modelo te indican que sigas. Pero en ningún caso esto tiene algún tipo de verdad ni está alineado con lo que realmente somos. El sistema es totalmente contrario a cualquier esencia natural de lo que somos como seres.

Sin embargo, para llegar a esta conclusión, muchos necesitan vivir sus propias experiencias para, quizás algún día, ver con claridad que están “haciendo” simplemente por una supuesta obligación externa. Actúan por mera ilusión, creyendo que haciendo tal o cual cosa van a llegar a conseguir algo, a ser algo, a tener algo. Pero ninguno de estos argumentos o ilusiones llenará nunca nada, porque es la representación misma de la falsedad pura, de lo inexistente.

La zanahoria inalcanzable: El engaño de la falsa plenitud

Todo cuanto acontece en este modelo es la más pura representación del vacío en uno mismo. ¿A dónde lleva realmente estar constantemente sumido en múltiples tareas y obligaciones? ¿Qué ofrece todo esto a uno mismo? ¿Dedicar casi todo el tiempo de tu vida a un trabajo más parecido a la esclavitud que a la vivencia de la virtud de la existencia? ¿Qué ofrece lo aparente y superficial? Solo representa una continua lucha por alcanzar algo que nunca llegará.

Vivimos engañados, pensando y creyendo que algo exterior podrá llenarnos y conectar con algo que no existe. Es el ejemplo del burro al que le colocan delante una zanahoria para que avance hacia ella, pero en la ilusión misma de avanzar hacia algo supuesto, nunca conseguirá alcanzarla.

El espejismo del logro y la búsqueda interminable

Con los humanos pasa lo mismo: la zanahoria está representada en cientos de argumentos por los que, en teoría, tienes que regir tu vida, persiguiendo constantemente unos estándares, objetivos, ideas, metas, un algo, ser alguien, conseguir, tener, dinero, ser poderoso, sobrevivir. Pero en ningún caso esto lleva absolutamente a nada, ya que no hay nada de cierto en lo que el modelo ofrece.

La luz interior: Más allá del vacío

En cambio, lo real, lo que reside en nosotros mismos, lo que no necesita de nada ni de nadie externo, lo tenemos escondido detrás de unas cortinas negras, impidiendo que entre la luz y podamos verlo completamente.

Si viéramos esa luz que brilla en nosotros, no estaríamos sujetos a nada; seríamos realmente libres de cualquier tipo de aparente condicionante que este modelo, por su propia naturaleza, quiere imponer como una realidad. Pero en verdad, solo son ilusiones, reflejos, algo que ni se puede tocar ni sentir realmente, porque está vacío en sí mismo.

Cuestionarse a uno mismo: La clave del despertar

Si te preguntas a ti mismo: ¿cómo pretendo llenar un vacío? ¿De dónde viene? ¿Dónde está este vacío? ¿Cuál es la causa u origen de sus síntomas? La respuesta está en el simple hecho de cuestionarse, de mirar hacia adentro sin depender de lo que otros digan. Cada uno, de forma individual, debe experimentar por sí mismo, sin obligaciones, sin influencias externas, sin condicionantes de ningún tipo.

Visto desde afuera, la verdad es simple: si dejas de fijar la mirada en la ilusión y la concentras en ti mismo, podrás comprobar que el vacío y la crisis existencial solo es el resultado de estar en un estado ilusorio. Descubrirás lo que verdaderamente es la auténtica vida.

Rompiendo con la ilusión del Ego

No existe tratamiento alguno para el vacío, porque el único problema percibido solo existe cuando se observa desde el ojo ciego e ignorante de la ilusión del ego. La clave está en tomar la dirección correcta, poniendo toda tu atención en lo verdadero, dejando atrás lo falso e ilusorio. Solo así podrás comprobar por ti mismo y sin la ayuda de nada externo tu propia verdad.

Nada se puede tratar desde la parte ilusoria, porque la ilusión solo perpetúa y se mueve dentro de la esfera de lo que cree que es, pero no deja de ser una simple ilusión.

Reflexión final

La persecución de lo ilusorio solo lleva a un vacío existencial perpetuo, una desconexión con lo real que nos hace sentir perdidos.

Romper con esa ilusión implica dejar atrás lo aparente y centrar la atención en lo verdadero, escuchando la voz interior que siempre ha estado allí, esperando a ser reconocida.

La crisis existencial no es más que el resultado inevitable de un sistema que fomenta el hacer sin sentido, alejándonos de nuestra esencia espiritual.

Reconocer esta ilusión y buscar la autenticidad en nuestras acciones es el primer paso para trascender esa sensación de vacío y recuperar el verdadero propósito de la existencia.

Scroll al inicio