En el siguiente artículo se aborda este tema de gran interés, aunque de manera muy reducida y tocando únicamente puntos e información muy concretos, ya que, por su magnitud, resulta imposible desarrollarlo en un solo artículo.
¿Qué son los guías espirituales?
Los guías espirituales son seres —por definirlo de alguna manera— que nos acompañan durante todo el proceso de experimentación en esta vida.
Junto a ellos se ha programado previamente todo aquello relevante que debemos vivir, experimentando lo que está previsto vivenciar.
¿Cuántos guías espirituales tenemos?
Los guías que nos acompañan pueden ser de dos a cuatro seres, siendo uno de ellos el principal. Aunque estén “a la vista”, no podemos verlos ni oírlos conscientemente. Permanecen totalmente invisibles a nuestros ojos y sin voz, ya que si no escuchamos, no podemos oír lo que sutilmente nos susurran al oído.
La presencia invisible de los guías
Siguiendo con el hilo, los guías se manifiestan como si estuvieran en la sombra, donde no podemos percibirlos con nuestros sentidos. ¿Te imaginas estar en su posición? Estar alerta, siguiendo de cerca a otra «persona» sin que esta pueda verte ni escucharte.
Formas de comunicación con los guías espirituales
Una de las formas en que se comunican con nosotros es mediante nuestra propia voz interior. Dirigen sus mensajes a través de ella, aunque el humano puede interpretarlos como pensamientos fuera de lugar, ya que no se alinean con los pensamientos o creencias habituales. El ego siempre está “gritando” en comparación con la voz sutil de los guías espirituales.
Otro medio de comunicación son las imágenes. Pueden aparecer de forma repentina, siendo interpretables… o no, dependiendo del momento y de la percepción.
El rol de los guías espirituales en nuestra vida
Lo que sí está claro es que los guías espirituales realizan una gran labor con cada uno de nosotros. Sin embargo, están en la posición de no poder alterar en ningún caso nuestra trayectoria de vida, ya que todos, sin excepción, estamos regidos por la ley del Libre Albedrío. Esta no puede ser entendida desde la mente humana, aunque su significado es tan profundo como la misma creación.
El contacto directo con los guías
Quienes puedan experimentar un contacto más directo con sus guías pueden sentir, en ese momento, la presencia de alguien conocido. Aunque conscientemente no se tenga noción, el encuentro es como volver a ver a alguien después de muchos años: al principio no se recuerda, pero luego el recuerdo emerge con fuerza, trayendo una pieza del “pasado” al presente.
Sentir la presencia espiritual
También es posible sentir su presencia según el nivel de consciencia del momento. Por ejemplo, en estados más perceptivos, durante una meditación o al realizar terapias de sanación espiritual como reiki, imposición de manos, chamanismo, entre otros, los guías pueden estar más presentes para asistirte o por otros motivos.
La asistencia en procesos de sanación espiritual
Muchas personas realizan sanaciones y tratamientos espirituales regidos por los guías de cada individuo. Estos pueden actuar a través del cuerpo del sanador espiritual o simplemente guiando la terapia adecuada. No es algo que pertenezca al plano humano, ya que opera desde otro estado dimensional.
Cómo se manifiestan visualmente
Dejando aparte a los médiums, algunos afortunados pueden llegar a verlos, no con los ojos convencionales, sino con el tercer ojo. Esto sucede al entrar en estados de consciencia más profundos y complejos para nuestra comprensión.
Pueden presentarse como seres de aspecto humano, pero completamente hechos de luz. Su tamaño también puede diferir del que estamos acostumbrados a percibir. El color de su energía suele ser un blanco azulado, aunque puede haber miles de formas y manifestaciones diferentes. Precisar cómo lucen sería limitar la magnitud de estos seres, producto mismo de la creación original.
En otros casos, pueden llegar a percibirse como una ligera niebla blanca y luminosa, una manifestación energética que, por lo general, no se ve con claridad debido a las propias creencias de quien observa, ya que estas limitaciones internas le impiden tener una visión nítida.
La experiencia es única para cada ser
Cada uno vive sus propias experiencias dentro de este plano. Todas y cada una de ellas provienen de algo que no podemos imaginar ni mucho menos comprender, ya que dentro del aparente universo existen innumerables dimensiones y seres que representan un verdadero choque mental para el humano, debido a que vivimos bajo la ilusión total de la forma humana, dominada por una entidad mortal llamada ego.
Acompañados desde siempre
Podemos afirmar que estamos bien acompañados durante toda nuestra vida, aunque no lo sepamos, no los veamos ni los escuchemos. Desde antes de nacer hasta el final —que no es más que el resultado mismo de un no-tiempo dentro de un único espacio—, su presencia es constante.
¿Qué sentido tiene todo esto?
Para muchos, la pregunta evidente es: ¿Qué sentido tiene todo esto si no los puedo ver, tocar, sentir ni escuchar? ¿Para qué están?
Esta pregunta nace desde un lugar donde nunca podrá haber visión, ni percepción ni escucha. La respuesta, aunque rechazada por el ego, es que todo lo que puede ser recibido y entendido solo es posible mediante nuestra parte real y verdadera: el alma, nuestra consciencia.
La gratitud hacia los guías espirituales
Es ahí donde reside la respuesta, que a los ojos del ciego puede parecer absurda. Sin embargo, debemos agradecer la labor que hacen, aunque no sea visible ni audible para la gran mayoría.
Preguntas frecuentes
Son presencias no físicas, a menudo descritas como seres de luz, que nos acompañan durante nuestra vida. Según el artículo, co-crean nuestro plan de vida antes de nacer para facilitar nuestras experiencias de aprendizaje y crecimiento, aunque generalmente no los percibamos con nuestros sentidos físicos.
Se comunican de formas sutiles. Principalmente a través de nuestra voz interior (intuición, ideas repentinas o pensamientos que parecen «fuera de lugar» respecto a nuestra línea habitual), mediante imágenes mentales inesperadas, o guiando procesos durante estados de mayor receptividad como la meditación o terapias de sanación espiritual.
No, el artículo enfatiza que respetan absolutamente nuestro Libre Albedrío. Su función es acompañar, proteger sutilmente y guiar según el plan pactado, pero nunca pueden forzar, anular o alterar nuestras elecciones conscientes y el camino que decidimos tomar.
