Este artículo invita al lector a reflexionar sobre los opuestos generados por la sociedad entre lo falso y lo verdadero, explorando la ilusión de los juicios externos y la importancia de conectar con lo que somos en verdad.
Su enfoque es plantear cuestiones, preguntas, permitiendo que cada uno las use libremente para su propia introspección.
El condicionamiento del juicio
¿Qué es lo que lleva y condiciona a cualquiera a estar constantemente dentro del mapa de los juicios, del izquierdo al derecho y de arriba abajo, oscilando de un lado a otro con los conceptos de falso o verdadero?
¿Quién puede estar atrapado en sí mismo, intentando gritar al mundo y pronunciarse sobre lo que es o no es?
La necesidad de definir la verdad
¿Dónde radica esta necesidad de hacerlo? ¿Qué ofrece estar deambulando perdido entre dos lados, entre dos caminos o dos opciones? ¿Quién dictamina o puede afirmar que algo es falso o verdadero?
Porque, para unos cuantos, lo que es falso, para otros tantos es verdadero. ¿Qué sentido tiene estar en una posición u otra?
¿Qué nos ofrece realmente estar sumidos en creencias, en algo, y que a su vez existan otras cientos más que se contradicen unas con otras?
La ilusión de lo externo
¿Qué sentido tiene todo esto? ¿Hay algún tipo de verdad en algo que provenga de lo que es opuesto a todo, a cualquier cosa? ¿Y qué necesidad real hay de estar demostrando y gritando al mundo que eso que otro ha dicho es falso?
¿Por qué y para qué? ¿Qué utilidad tiene perderse en el mar de lo que es y no es? Es un puro espejismo puesto ante nuestros ojos, una distracción que nos impide estar presentes en uno mismo, la única realidad verdadera. No hay nada de verdad en nada que provenga de lo externo.
La trampa de la ilusión
¿Por qué y para qué insistir tanto en mantenernos sumidos en una ilusión, plagada de cosas totalmente artificiales y antinaturales?
Hemos perdido casi nuestra esencia, buscando y transitando caminos que no son los nuestros, formados solo por ilusiones falsas.
Solo piensa: ¿Qué me hace sentir este mundo de ilusiones? ¿Soy feliz o siento que soy un esclavo de algo que es totalmente contrario a mí mismo?
Liberarse de los juicios
¿Para qué dejarse atrapar por la telaraña? ¿Por qué no volar libre de todo concepto, de todo juicio, de lo falso o lo verdadero?
Todo esto es como estar delante de una mesa de ping pong mirando pasar la pelota de un lado a otro, olvidándonos de nuestra propia presencia, de nuestra verdadera esencia.
Al final, te acabas creyendo que eso es real, cuando solo es una pelota vacía de vida, otorgando vida a algo sin vida, algo artificial. Hipnotizado totalmente por el movimiento.
¡¡De tanto mirar, al final te has creído que eso que ves eres tú!!
¡¡Una pelota sin vida!!
Regresar a uno mismo
¿A favor de quién estás? ¿De algo aparente? ¿De algo externo o estás a favor de ti mismo? ¿Para qué seguir mirando afuera y otorgando valor a algo externo a ti?
¡Mírate a ti mismo para recordar y depositar todo en ti! ¡Deja de balancearte en algo ilusorio que no merece tu atención y dedicación!
¡Lucha y vive solo por lo que realmente quieres y deseas!
¡Si no, ¿dónde reside lo verdadero, está en ti y no afuera!?